23 de noviembre de 2007

Mashua 2

PANES A BASE DE OCA Y MASHUA


"Cuando me reuní por primera vez con los hombres, cometí la locura del solitario, o sea, que cuando hablaba a todos no hablaba a nadie."

Palabras de gran fuerza de mi pata Federico Nietzsche, pero ahora tengo algo que decir al pueblo y es que vuestro servidor tiene el agrado y honor de presentar su nueva creación que son unos riquísimos panes a base ocha y mashua.
Para empezar, nadie creo que sabe -o pocos- lo que significa la mashua, sus propiedades, para qué sirve y qué es; a la oca, lo conocen un poco más, pero eso no quiere decir que estemos debidamente informados, pues.
Después de eso, puedo decir que todo esto no hubiese sido posible porque quizá he tenido la valentía de hacer algo diferente, pues verán que para hacer este ejemplar que ven arriba, he tenido que comprar medio quilo de oca y de mashua, tres huevos, un quilo de harina sin preparar, azúcar, sal, etc.

Yendo al grano del asunto, he decidido ofrecer este ejemplar a los muchachos para que disfruten de mi creación, de mi nueva creación "al servicio de la comunidad". ¡Yeah!

17 de noviembre de 2007

La Historia de los Ingas (quinta y última parte)

No vamos a seguir desarrollando estos temas ya tratados en "El Cordón Dorado" y por otros autores. El mismo Sarmiento de Gamboa, sin ir tan lejos se refiere a la Atlántida, citando mucho a Platón. Pero hay más autores clásicos en los que podría apoyarse, como Cicerón, Estrabón, Manetho, el sacerdote egipcio de Heliópolis, Proclus, y hasta en los árabes, Ibn Al Hokm, Masoudi, etcétera. Proclus, en el siglo V antes de nuestra era, afirma que Platón viajó a Egipto y en conversaciones en Sais con el gran sacerdote Pateneit y en Heliópolis, con el gran sacerdote Ochlapi y en Sabennytus con el hierofante Ethimon, obtuvo conocimientos sobre la Atlántida sumergida. Crantor, en el año 300 antes de nuestra era, escribe que existe en Egipto, en un lugar secreto, una columna donde se encuentran jeroglíficos que narran la historia de la Atlántida y que habrían sido explicados a algunos griegos. Tal vez a Platón. En subterráneos secretos se guardarían los archivos salvados del diluvio, las crónicas sacras y también las salvadas del incendio de la Biblioteca de Alejandría. Marcelino, historiador romano del siglo IV de nuestra era, nos asegura que existen esos refugios secretos, donde los misterios antiguos son preservados, pero nadie conoce su ubicación. Manetho se habría informado directamente allí. Solón cuenta que el sacerdote de Sais le dijo a su abuelo: "Vosotros, todos, tenéis el alma muy joven. No recordáis nada, porque no tenéis tradiciones consagradas por el tiempo. Y la razón es que todo fue destruido por una gran catástrofe. Numerosas han sido las destrucciones acaecidas y numerosas serán las que vendrán".

Beroso, también citado por Pedro Sarmiento de Gamboa, nos cuenta de la leyenda babilónica sobre Oanes y sus acompañantes, creaturas extrañas, surgidas de las aguas del Golfo Pérsico, con cabezas de pez y que son los que aportan la civilización a los gigantes. Vienen del fondo del mar. Beroso era un sacerdote caldeo del tiempo de Alejandro Magno. También el ancestro de los merovingios fue un extraños ser anfibio. Lo que son los antepasados de los inkas, de los olmekas, toltekas y mauas. Ellos les enseñan ese calendario de una perfección no igualada hoy ni por los robots electrónicos. Quetzalcóatl viene del mar y desaparece en el mar. También Huirakocha. Es superficialidad pretender explicar el Mito con el tema de las inmigraciones vikingas, con drakkares u otros asuntos por demás pedestres, o históricos. Así se está poniendo en acción el mismo mecanismo que lleva a los judíos del psicoanálisis a pretender explicar lo sublime reduciéndolo a lo más pequeño, a lo subhumano. Si el Mito y la Leyenda nos dicen que los inkas fueron divinos, Hijos del Sol, es que así lo son. Si nos afirman que no tienen origen en nada terrestre y que salen de una "ventana", de un monte cercano al Cusco, es que así fue. Allí se "plasmaron", se "materializaron" esos signos rúnicos, extracósmicos, como una proyección mágica librada luego al Destino, o al Azar. La Runa MAN:


Y así acontecerá otra vez, cuando la tierra vuelva a ser destruida muy pronto, al final del Kali-Yuga. Cuando un nuevo experimento del Demiurgo se repita en el Eterno Retorno, con la proyección de otro Manu. Y los divinos hiperbóreos deban entrar nuevamente a combatir, haciendo uso de las Runas.



Lo más posible es que el Mito también haya sido traspolado, relacionándose con un suceso primordial, utilizado por los inkas. Ellos se han incluido en la historia mítica de sus ancestros. La misma que ya contarían los atumarunas de Tiahuanacu, los nórdicos aquí llegados, los daneses-vikingos, los troyanos, los libios rubios y los más antiguos Siddhas Hiperbóreos, los verdaderos Dioses Blancos, del Sol Negro, del Antiguo Sol.



En 1952 se habrían hecho análisis sanguíneos a las cinco momias de inkas conservadas en el British Museum, extrayéndoles pequeñas superficies de piel. En tres de las momias no se encontraron rastros del grupo O, no teniendo nada que ver con los indígenas de América. Ni rastros tampoco del factor RH negativo. En una se encontró contenido de los componentes "D", "C" y "E", combinación muy rara entre los indios americanos. Otra momia real inka poseía la substancia "CE", "E" y "C", con ausencia de "D", espécimen de sangre completamente única, sin equivalente en nuestro planeta Tierra. Esta es una prueba definitiva de que los inkas no tenían nada que ver con la población indígena, de raza inferior de la América, con los esclavos de la Atlántida y muy posiblemente nada que ver con los seres humanos del Kali-Yuga. Los experimentos fueron llevados a cabo en Londres por B.E. Gilbey y M. Lubran y sus resultados dados a conocer en un informe al Royal Institute of Anthropology.

El autor en un bus urbano en los suburbios de Lima, Perú


"Dicen los naturales desta tierra, que en el principio, o antes quel mundo fuese criado, hubo uno que se llamaba Viracocha. El cual crió el mundo oscuro y sin sol ni luna ni estrellas; y por esta creación le llamaron Viracocha Pachayachachi, que quiere decir Criador de todas las cosas. Y después de criado el mundo formó un género de gigantes disformes en grandeza, pintados o esculpidos para ver si sería bueno hacer los hombres de aquel tamaño. Y como le pareciesen de mayor proporción que la suya, dijo: 'No es bien que las gentes sean tan crecidas, mejor será que sean de mi tamaño'. Y así crió a los hombres a su semejanza, como los que agora son. Y vivía en oscuridad.

"Como los hombres trasgredieron los preceptos de Viracocha, éste envió un diluvio por sesenta días y sesenta noches. El diluvio fue llamado uno pachacuti. Sólo dos hombres se salvaron sobre el cerro Guasano. Los demás se convirtieron en piedra, para memoria del hecho y ejemplo de los venideros, en los edificios de Pucara, a sesenta leguas del Cusco".


Todo esto lo relata Pedro Sarmiento de Gamboa. Dice también que Titicaca quiere decir "Monte de Plomo". En su cosmogonía hay un tal Ayar Cache, del linaje de los inkas, que, al igual que el Cuanyip de los selcnam del extremo sur, de Tierra del Fuego, con los disparos de su honda, esculpe los montes, las quebradas y traza el curso de los ríos.

En el Popol Vuh, los Creadores son varios y producen al hombre de la tierra. Se humedece y deshace. Entonces lo hacen de madera y le enseñan a hablar. Pueblan con él la tierra. Por faltarle alma será también destruido en un gran diluvio. Lo que sobrevive es el mono. Es decir, el hombre de Neanderthal. Nada más puede crear el Demiurgo. En otras tradiciones mesoamericanos, los primeros pobladores son gigantes semihumanos. Hay un gran parecido, ya destacado por De Mahieu, entre el Popol Vuh y las Edda. Del caos nacen los gigantes del hielo, como Ymir, que es hermafrodita, al igual que los gigantes del Ecuador. Ymir es aniquilado por un diluvio y con los trozos de su cuerpo muerto se construyen los nuevos pobladores de la tierra, del Nuevo Sol.

También la Voluspa, que nos relata el Ragna-Rök, el Crepúsculo y la muerte de los Dioses, es afín a las cosmogonía mesoamericana. En las Edda se nos dice que un día Loki, el regente de Hel, el infierno, saldrá de ahí para iniciar el ataque a Asgard, la ciudad de los divinos Asen (Ases). Es el momento actual del mundo. Con ayuda de los malignos seres que habían sobrevivido al diluvio y al hundimiento de la Atlántida -sin duda los judíos- que en conjunto conforman el cuerpo del Lobo Fenrir, la Serpiente del Mundo, que Thor y Odín han combatido, rodeará toda la tierra y lanzará el asalto final contra Asgard (Alemania, Berlín, en nuestros días). Así se produce el Ragna-Rök, el Crepúsculo de los Dioses. (El final de Hitler en Berlín fue anunciado con la música de "El Crepúsculo de los Dioses", de Wagner).

El Lobo Fenrir devora el sol y la luna (el antiguo sol y la antigua luna). Los hielos se apoderan del mundo. Es el fin de todo. Hasta que Baldur resucite, como el último Avatar, y con El vuelvan los Ases y la recreación de un nuevo mundo, de un Nuevo Sol. Es decir, otra posibilidad de encontrar la Salida, de derrotar el Universo del Demiurgo.

Esta misma concepción, de seguro tomada de la tradición nórdico-polar de las Edda, puede descubrirse en Centroamérica, con la creencia en los Cuatro Soles, tres de los cuales han sido destruidos ya, antes de llegar al nuestro. Completan las Cuatro Edades de Hesíodo y los Cuatro Yugas de los indoarios. Primero, el Sol de Tierra, o de Noche; Segundo, el Sol de Aire; Tercero, el Sol de la Lluvia de Fuego, y Cuatro, el Sol de Agua. Hay un Quinto Sol, que aún no aparece, el Sol de los Cuatro Movimientos, que será también destruido cuando se levanten desde el Occidente los Demonios del Crepúsculo, comandados por Tezcatlipoca, el maligno. Y el Espíritu Negro de la Tierra destruirá al astro entre sus fauces, lo quebrará como si fuera de vidrio. Los seres vivientes serán aniquilados en su totalidad. Un Sexto Sol aparecerá, pero fuera del Universo del Demiurgo, porque ya no habrá más humanos. Los seres serán los mismos astros. Es el advenimiento del Hombre-Total, del Ser Absoluto, el Hombre y la Mujer-Redondos, ELELLA Y ELLAEL. NOS.


Esta concepción de los soles es de una extraordinaria importancia, pudiendo un Sol comprender todo un Kalpa, una Noche y un Día de Brahma. La religión de los inkas era de una extrema pureza y simplicidad. Sencillamente adoraban al Sol Negro, espiritual, su Padre. Desconocemos la concepción del mundo de los atumarunas de Tiahuanacu, pero pienso que los inkas la habrán tomado de ellos. No es necesario entrar en mayores detalles sobre matices, las festividades y la cosmogonía. Al adorar al Sol y sentirse sus hijos, los inkas están expresando un recuerdo de otra vida fuera de este Universo en el que se hallan, obligados a sobrevivir y a comandar a los esclavos de la Atlántida, a los animales-hombres, a los robots del Demiurgo, luchando como vîras para producir la mutación. Los Inkas tratan de cumplir con ese recuerdo que aún circula por su sangre divina. Saben que el Sol Antiguo fue superior al de hoy. Sólo el Sexto Sol se encontrará más arriba de todos los otros, quizás más allá del Círculo de los Círculos. Y a él se alcanza en el camino retrógado, de Sol en Sol, hacia atrás, hacia la Patria Primigenia, de la Medianoche Polar, Aryanabaiji, Hiperbórea; luego, el Sol Negro, Sunya, el Vacío, que permitirá el paso, o salto, hacia el Rayo Verde, la morada de NOS.

He aquí las palabras de Pachakuti Inka Yupanki, tal vez el más grande de todos los inkas, dirigidas a Topa Inka, su hijo, al morir: "Cuando yo sea muerto, cuidarás de mi cuerpo, instalándolo en mis casas de Patallacta. Esculpirás mi estatua de oro en la Casa del Sol, y en todas las provincias a mí sujetas harás los sacrificios solemnes, y al final celebrarás la fiesta de Purucaya, para que yo pueda ir a descansar con mi Padre el Sol".

Luego, en voz baja, triste y melodiosa, comenzó a cantar:

"Nací como lirio en el jardín de mi Padre y así fui criado. Envejecí lentamente, en el camino del Sol. Y con él me fui secando, apagando, hasta morir...".

Recostó el Inka la cabeza sobre una almohada y expiró, a la edad de ciento veinticinco años.

La Historia de los Ingas (tercera y cuarta parte)

Para ver la tercera parte, cliquear aquí:

HISTORIA DE LOS INGAS (TERCERA PARTE)

CUARTA PARTE

Los inkas o ingas, venidos así del Monte Meru, del más allá, de otra tierra y otro mundo, son hijos del Sol Negro, de Otro Sol, detrás de la Estrella de la Mañana, de Venus-Lucifer. Comandan a los esclavos de la Atlántida, les ponen de su lado, les ordenan combatir junto a ellos y logran dominar a los dueños de la tierra, formando un Imperio Solar que dura siglos y que se extiende desde el Ecuador hasta el más al Sur de una tierra llamada Chile, valiéndose de los Caminos del Inka, que nunca han sido del Inka, a no ser que el Inka fuera anterior a los mismo inkas, lo que es posible.

Sarmiento de Gamboa afirma que de la ventan Kapac-Toco salieron los que se llamaron "Kapac", en recuerdo de la misma, y que Cápac significa "muchos". Afirmaban haber sido creados señores, destinados a gobernar y, "por eso, se pusieron inga, que significa señor". Los nombres de los ocho hermanos son los siguientes: Manko Kapac, el mayor; el segundo, Ayar Auka; el tercero, Ayar Kache; el cuarto, Ayar Ucho. De las mujeres, la mayor se llamó Mama Ocllo; la segunda, Mama Guako, la tercera, Mama Ipakura, la cuarta, Mama Raua.

Manko Kapac, el mayor, pasó a ser el primer soberano inka y desposó a su hermana Mama Ocllo, de dónde procede la progenie, el linaje, el Ayllo de los doce inkas divinos e inmortales. Los ocho hermanos no han sido engredados por ser humano alguno, sino directamente por un Dios: Ticci Huirakocha, quien les produjo y ordenó salir por la Ventana, a conquistar el mundo. Son así hijos de un Dios Solar. Los Inkas, Hijos del Sol Negro. Doce Inkas, en total. El Trece no alcanza a producirse; es un bastardo: Atahualpa.

Remontando su origen a Viracocha Pachayachachi, como lo llaman los españoles, a Huirakocha, al ancestro ario, al Dios Blanco hiperbóreo, tal vez al conquistador vikingo de Tiahuanacu y de México, los inkas expresan mitológicamente su identidad racial y el misterio original de un drama perdido en la antehistoria americana, el de los imperios blancos postatlántidos, con una minoría racial dirigente dentro de un continente hostil y primitivo, de naturaleza salvaje e indómita, ubicado en el arco de fuego del Pacífico y del anillo pavoroso de sus volcanes.

En la mitología de este sur del mundo, Huirakocha es también el creador de todas las cosas. Ha dado la existencia, por lo tanto, a los Inkas, haciéndoles salir del mundo interior por una "ventana". La leyenda también nos dice que la verdadera Tiahuanacu fue una ciudad subterránea, cuya puerta de entrada se encontraba en Kalasasaya, el Templo de la Luna. Tras la gran catástrofe, que lo cambia todo, hasta los polos, pudiendo comprobarse esto en las líneas magnéticas de algunas piedras antiguas, que giran en dirección distinta, hacia un polo magnético que ya no está allí, la misma Tiahuanacu dejó de ser entrada al mundo interior. También nos dice la leyenda que en Cusco subterráneo se guarda una biblioteca secreta en la que toda la historia de los Dioses estelares, de los Dioses Blancos, se halla transcrita. Ahora, Nazca, ese misterior indescifrable, esas pistas de aeródromos de otro mundo, sólo encuentran explicación en la misma leyenda de los Dioses Blancos, llegados de Venus, como Huirakocha, Mama Ocllo, Quetzalcóatl, Kontiki, Kukulcán y otros, en vimanas, en astras -con sus hangares dentro de la Tierra Hueca-. Nadie hoy sería capaz de trazar los Caminos del Inka, obra de sobrevivientes de una civilización desaparecida en una gran catástrofe. El trigo, el maíz, carecen de edades terrestres para su desarrollo genético. Los súbditos de los Inkas nos dicen que sus emperadores no son de aquí, que fueron traídos de otros universos por los huirakochas, los Dioses Blancos, los Hijos del Otro Sol.

13 de noviembre de 2007

Primer Comico Ambulante en TV

La Historia de los Ingas (segunda parte)

La ceremonia de perforación de las orejas del inka joven se llamaba Guarachiko. Era una especie de investidura de caballeros. La primera vez que se le cortaba el pelo también se cumplía un rito ceremonial, llamado Rutuchiko. En el nacimiento del infante se cumplía con el Ayúskay. La primera vez que la joven inka tenía su período menstrual se efectuaba la ceremonia ritual Kikuchiko, de la "primera flor". La danza ritual, con vestiduras largas de púrpura, se llamaba Kápak Raymis. El color del Inka era el del arco iris. Muy interesantes son los atributos simbólicos del poder que el Inka portaba. Veámoslos: Un vaso de oro llamado Topakusi. Un cetro de oro, una especie de varilla, que le servía para descubrir las zonas magnéticas y eléctricas de la tierra y del espacio aéreo, permitiéndole localizar el fuego serpentino, o "el pulso del dragón", de los antiguos chinos, como los geománticos, los zahoríes y como los faraones egipcios, de modo que construyeron sobre esas "napas" sus templos y palacios, sus tumbas y los enterramientos de sus tesoros. Siguiendo una técnica mágica parecida los hiperbóreos "clavaron" sus dolmenes y menhires. De este modo se levantaron también en América Central estatuas de lava en puntos neurálgicos de la tierra. Por medio de esos báculos, o varillas mágicas, es posible localizar el agua subterránea, las corrientes telúricas, las vetas de oro y plata y también actuar sobre la zona psíquica del planeta. Moisés, al apoderarse de la vara del Faraón, pudo hacer brotar agua de la piedra, en el desierto. En verdad, no hizo más que descubrir la corriente oculta, subterránea. En "El Cordón Dorado", cuento que vi a estos zahoríes en Austria. El ámbar, que los frisones llamaban jutten, es apropiado para captar las corrientes magnéticas terrestres, aún usándolo como "péndulo" sobre las cartas geográficas.

También poseía el inka una suerte de báculo de plumas, con el color del arcoiris, llamado, Sunturpaúkas y un carnero emblemático, de color blanco, el Napa. Tenía, además, un pájaro, un cuervo. Sarmiento de Gamboa lo llama Indi, y cree que es un halcón. Es Alkamari, Korakenke. Son los cuervos de Wotan, a no dudarlo, y del Rey Barbarroja. Hugin y Munin; también Garuda, de Vishnú, pájaro mágico por excelencia. A la muerte del Inka todos estos atributos del poder eran heredados por su sucesor.

Lo que no se heredaba, por ser privativo de cada inka, era su demon, su guru invisible, o alter ego, que desde el otro mundo lo guiaba, el Guaoki, una especie de ídolo de piedra, que el inka elegía y con el cual conversaba, aconsejándose, al igual que con su pájaro. (El Inka oía la Voz, en la memoria de su sangre pura.) Los tres, así, planeaban guerras y conquistas, viajaban por este mundo y los otros, descubriendo caminos secretos de la tierra y del cielo. El Guaoki se iba con el inka a la tumba. Algo semejante, pero no tan elaboradamente imperial, poseyeron los pieles rojas, quienes afirman que un hombre no es hombre-divino mientras no tenga un guía invisible en el otro mundo, su totem. El Guaoki era también el verdadero Hijo del Inka -"Hijo del Hombre"- su Eidelon, su Kama-Rupa, su Cuerpo Astral.


Cuando Manko Kapac muere, a la edad de ciento cuarenta y cuatro años, según Sarmiento, deja las insignias del poder a su hijo Cinchi Roka; su Indi, su Topayauri, su Napa y su Sunturpaúka, al desciendente legítimo del Ayllo, o linaje. Pero su Guaoki se va con él; mejor dicho, el Inka se va con su Guaoki. Según la leyenda, Manko Kapac se ha transformado en estatua de piedra y lo veneran en Indikancha, la Casa del Sol. En 1559 ambos son encontrados en el pueblo de Bimbilla, cercano al Cuzco, por el corregidor Ondegardo. Mas, en verdad, nunca se supo qué fue de su cuerpo y sólo se encontró su estatua venerada, la que portaban a los combates los inkas, sus sucesores.

12 de noviembre de 2007

EL DEMIURGO

Si fuera cierto que todo el Universo visible ha tenido su origen en una sola explosión, "algo" tiene que haber pre-existido a esa explosión, que estaba allí y que explotó. Aunque fuere la Nada. La inexistencia existente de la Nada. Otro Universo no visible a los ojos materiales, otra materia. "En algún punto del Universo, en el espacio-tiempo, existirían otros Universos, otros espacios-tiempos, regidos por diferentes leyes, o por ninguna..."

Algo inexistente-existente, anterior a la Explosión y a la Implosión, a la evolución y a la involución, más allá de lo de afuera y lo de adentro; pero que sale hacia otro lado, y explota.

Sin embargo, esto únicamente acontece en uno de los infinitos universos que existirían, todos distintos, ninguno igual, tantos como Dioses.

¿Por qué sucedió? ¿Fue puro azar? o ¿Alguien lo indujo? Salirse de la Eternidad, de la Nada, para producir esta mala copia de otro algo, que era invisible, pero inmortal, bello, eterno. Lo que es inmóvil, lo que estaba al otro lado, no debiera poder salirse, ni devenir imperfecto y activo sin la acción de Alguno, que estaba afuera y devino. Sin un punto de apoyo inventado. Una suerte de Robot, de Máquina Cósmica, un Golem, que ha perdido el control y ha intentado crear por su cuenta, "a su imagen y semejanza". Aconteciendo algo así como si sobre una bella pintura de Leonardo se hubiera sobrepuesto una monstruosidad de Picasso. De modo que la existencia de todo el Universo mecánico, de la materia visible, sería una mala copia hecha sobre una hermosa tela original por un plagiador satánico. Un palimpsesto. Y es por ello por lo que en esta Naturaleza, en la que ahora nosotros somos, se intuye la presencia de otro Universo subterráneo, que ha sido aprisionado y torturado. En sus creaturas, sus minerales, sus plantas, en las montañas, los ríos, los mares y hasta en los astros, en toda ella existe una nostalgia de la perfección perdida, de un Paraíso que fue, y que aún está subyacente.

Y el que todo esto ha conseguido, el que expolió ese mundo, logrando tal engendro monstruoso y cruel, este asunto sin sentido, este "cuento contado por un idiota"; quien aprisionó a los inmortales, encadenándolos y corrompiéndolos, quien extiende su Imperio y su contagio hacia las moradas de los bienaventurados es un Robot-Demonio. Es el Demiurgo. Una ilusión, un ser sin realidad ontológica; es Maya. Y sólo puede sobrevivir a sus propias leyes mecánicas y a la entropía gravitacional valiéndose del sacrificio de los inmortales, succionándoles sus energías y bebiéndoles su sangre sacra. Se va expandiendo hacia sus Universos paralelos, opuestos. Y así se va marchitando la belleza de esa Flor Inexistente; pero más real que todo lo que aquí, a este lado, existe.

2 de noviembre de 2007

¿Por qué tomar maca?

YO TOMO MACA PORQUE ME REJUVENECE, ME RENUEVA LAS ENERGÍAS. CON LA MACA, TE REPOTENCIAS Y CASI NADA SE PUEDE OPONER A TU VOLUNTAD FÉRREA. AMÉN.

1 de noviembre de 2007

La Historia de los Ingas (primera parte)

A continuación transcribo lo que dice el místico chileno Miguel Serrano acerca de los Incas:














La "Historia de los Ingas" fue escrita por Pedro Sarmiento de Gamboa a pedido del Virrey del Perú, Francisco de Toledo. Se trataba con ella de justificar los derechos de la Corona de España sobre esas tierras, discutiendo los de los inkas. Nosotros preferimos escribir este nombre con K. Los españoles de entonces lo hacían con g, hoy con c. Sarmiento dice que inga quiere decir señor. No es seguro. Si realmente se escribe con g, el término podría venir de meru-weg, al igual que merovingio. Camino del monte Meru, en alemán. De Mahieu dice que en el antiguo germano la desinencia ing servía para designar a los miembros de un mismo linaje, como merovingio, carolingio y lotharingio. Así, los españoles tenían razón de escribir inga, en lugar de inca, como se hace hoy, por ser éstos los descendientes de Manko (Pedro Sarmiento escribe Manco) y sus hermanos, además de los más antiguos emperadores de Tiahuanacu.


Por otra parte, hemos visto el nombre Inka en la "Crónica de Oera Linda", como de un Rey Marino Frisón. Es posible que, al igual que los llamados Caminos del Inka, el nombre tampoco les perteneciera, habiéndoselo apropiado. Hay una fundamental diferencia en las fechas para los inkas de Pedro Sarmiento de Gamboa y de De Mahieu. Para el último, el Imperio de los Inkas se establece en el 1300 de nuestra era. Para Sarmiento en el siglo VI, con Manko Kapac, quien "muere en el año 665, a los ciento cuarenta y cuatro años de edad, siendo rey de España el godo Loyba y encontrándose Constantino IV en Roma".

Sarmiento ha hecho una investigación minuciosa, interrogando a todo indígena que recordaraz algo, para averiguar sobre la historia, la mitología y las fechas correspondientes a los doce inkas y sus linajes. ¿A qué puede deberse esta diferencia de ocho siglos? La dinastía comienza para Sarmiento "en el año 565, siendo rey de España el godo Loyba, hijo de Atanagildo y Papa, Juan Tres". "Termina el Imperio Inka en el año 1533, siendo rey de España Carlos V y Papa Paulo Tercio". "El Imperio duró 968 años". ¿Acaso Sarmiento está incluyendo en el inkanato a los atumarunas del Imperio del Tiahuanacu? Aún así las fechas no coinciden con las de De Mahieu, quien da para la creación de este Imperio el año 1050, o el 1100, durando sólo doscientos años, pues termina violentamente en el 1290. Diez años más tarde los inkas se establecen en el Cuzco, para recuperar lo perdido. ¿Son los inkas los descendientes de los atumarunas? En este caso las fechas de Sarmiento serían más correctas que las de todos los historiadores contemporáneos, aun cuando es bien posible que la mitología de los orígenes, que él y otros nos describen, se confunda en su aplicación y sentido. Una mitología, después de todo, deberá carecer de fechas históricas precisas, teniendo su centro en un tiempo ontológico más que terreno.




















Por causa de esto, no deberíamos afirmar de modo absoluto que las momias blancas encontradas sean de inkas, pudiendo bien serlo de los atumarunas, o sea, de los reconstructores de Tiahuanacu y fundadores de su Imperio tardío, anteriores a los inkas. De Mahieu nos dice que atumaruna o atumuruna es el nombre que los indígenas dieron a los blancos que vinieron a reconstruir Tiahuanacu, significando "cabeza de luna", "cara pálida", como el apelativo que los pieles rojas norteamericanos dieron también a los blancos. Hatun también significaría gigante, del escandinavo yötun. De nuevo encontramos por ahí metido el radical "maru", o "meru" y también "runa". No hay explicación en el quichua, pudiendo ser tomada por los indígenas de una palabra escandinava escuchada por ellos. Así como el Guatán de los chimúes y el Votán mesoamericano son el Wotan u Odín germánico.




















Los primeros pobladores de Tiahuanacu se establecen en la Isla del Sol del Titicaca. Su jefe supremo es Huirakocha.















Los españoles escriben Viracocha. Para su nombre, Sarmiento y el cronista Montesinos (apellido marrano) dan interpretaciones bastante antojadizas. Lo cierto es que en antiguo escandinavo huitr o hvitr significa blanco. De ahí Huitramannaland, tierra de blancos. Los indios del altiplano pronunciarán huir. Y De Mahieu nos dice que kocha derivaría de Goth, Dios en antiguo escandinavo (God, en inglés), transformándose el sonido de la th, que no existe en castellano, por un proceso que él nos explica, en la ch española. Es decir, en kocha. Así, el nombre Huirakoch signifacaría Dios Blanco, precisamente.

¿Fueron los inkas unos usurpadores e impostores? Según De Mahieu eran sobrevivientes de los vikingos de Tiahuanacu, que no escaparon con los jefes en dirección de la Polinesia o del Atlántico, sino se ocultaron en unos montes no muy distantes. Si se mantuvieron racialmente puros, nos es imposible conocerlo. Un signo indicativo es el matrimonio entre hermanos, como los faraones egipcios. Transformados en una isla en medio de un mar racial inferior, no podían hacer otra cosa. También preservaron únicamente para ellos el idioma secreto de sus antepasados, que sería una lengua indo-germánica. Además, hacen desaparecer la escritura lineal. Los kipo, o quipu, escritura con nudos, también se han conocido en Escandinavia, pero con otra aplicación. El sistema de castas rígidas que establecen, se compone de una masa de color muy abajo, de funcionarios mezclados, al medio y del linaje inkaico, con caracteres divinos y racialmente diferente, en la cúspide. Se establecen "leyes de limpieza", como las que ya hemos visto para los no judíos en España, pero más estrictas. El tan mentado "socialismo de los inkas" únicamente se aplicaba a las castas inferiores del pueblo, jamás a los reyes de sangre divina, a los hijos del sol. Aun los curacas, gobernadores, funcionarios elevados, o bien, los indígenas que se pusieron de parte de los primeros inkas, para conquistar la tierra y fundar el Imperio, siendo por ello ennoblecidos, estaban a distancias infranqueables de la divinidad de los inkas y nunca podrían mezclarse con ellos en matrimonio. Así, las castas del sistema inkaico eran claramente fundadas en la etnología. Por ello los inkas buscaban también los signos físicos de la realeza divina. Se ha dicho que los merovingios, la tribu germánica de origen divino de la cual procedían los reyes, era portadora de unos signos físicos corporales: una crin de jabalí en la columna y una cruz roja bajo el corazón. En ausencia de un signo físico de nacimiento, los inkas se investían perforándose las orejas, al mismo tiempo que se las estiraban. Fueron la casta de los Orejones. Y es curioso esto por su semejanza con la iconografía del budismo de la India y de China, donde los Lojan (santos) tienen grandes orejas, posiblemente también alargadas por un procedimiento semejante. A Buda se le representa, además, con una protuberancia en el cráneo, que aparte de simbolizar el chakra Sahasrara, pudo corresponder a una característica fisiológica típica.




















Las Ordenes Guerreras son casi calcadas en México y en el Perú de las nórdicas europeas y de las de la Edad Media. Para entrar a la Orden del Aguila y la Orden del Tigre, los jóvenes postulantes debían ayunar de cuarenta a sesenta días. Entre los mayas, los padres de los concursantes se abstenían de las relaciones sexuales por un determinado tiempo. En las fiestas sacras, como las del Intip Raymi, los inkas y su pueblo ayunaban y se abstenían del contacto sexual. Entre los inkas no hubo sacrificios sangrientos, como en México. Sí hubo, en cambio, sacrificios de niños, en homenaje a Inti, el Sol, como la momia encontrada en la cumbre del monte "El Plomo", en Chile. (Traducción del nombre indígena Paititi, Gran Paititi, la Ciudad Secreta encantada del Inka.)



















Sin embargo, esto no está aún esclarecido. En todo caso, parece corresponder al período último de la decadencia del Imperio. Las Vírgenes del Sol son verdaderas vestales, magas hiperbóreas de sangre real, que hacían votos perpetuos de castidad. Eran las Esposas del Sol Negro, espiritual, vivían en clausura en recintos especiales, uno de los cuales habría sido la ciudadela de Machupicchu, en la cumbre de una montaña, que los españoles desconocieron. Ellas mantenían el Fuego Sagrado, encendido en la festividad del Intip Raymi, al igual que las Madres frisonas. Además, tejían la ropa del Inka y preparaban el pan y la bebida sacra, que el Inka utilizaba en la Cena Mágica del Intip Raymi y el Uma Raymi, algo así como la Cena de los Cinco M., en la magia tántrica. Según Sarmiento de Gamboa, las Vírgenes del Sol podían salir de su total abstinencia, llegando a perder su virginidad, únicamente si el Inka las deseaba.