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6 de mayo de 2010

Milagro natural

Plantas medicinales peruanas eficaces para el tratamiento de la diabetes, el cáncer y el VIH/sida

La maca y la uña de gato son las dos plantas medicinales peruanas de mayor demanda en el mercado internacional por su amplio espectro para el tratamiento de diversas enfermedades, entre ellas la infertilidad, la diabetes mellitus, el cáncer y el VIH/sida. Algunas de ellas son: camucamu, maca, uña de gato, tara, quinua, sacha inchi, achiote, aguaymanto, nuez, maíz morado, maíz gigante de Cusco, kiwicha y yacón.

La maca es una planta herbácea que crece en los andes del Perú y Bolivia, incluso en alturas de hasta 4400 metros sobre el nivel del mar, y que ha probado sus efectos como alto generador de fertilidad en hombres y animales.

Se le atribuye el poder de mejorar el sistema inmunológico, reducir el riesgo de contraer el Síndrome Respiratorio Agudo (SRA) y dar energía, vigor, además de actuar como antiestresante y de combatir la fatiga. Se le considera un potente reconstituyente físico, mental y sexual, fuente de aminoácidos, de las vitaminas B1, B2, B12, C, E, caroteno y otros minerales.

Contiene 60% de carbohidratos, 10% de proteínas, 8,5% de fibra dietética y 2,2% de grasas, por lo que se considera alto su valor nutricional.

Diferentes ensayos clínicos en hombres demostraron de forma preliminar que la maca puede aumentar la libido y mejorar la cantidad y calidad del semen.

Un estudio en el 2005 por la Universidad peruana Cayetano Heredia en el pueblo de Carhuamayo (región Junín, en los andes centrales del Perú) demostró que los pobladores que consumen tradicionalmente maca, poseen un estado de salud con menor presión arterial y menor índice de masa corporal, lo cual mejoraría su calidad de vida.

También se descubrieron dos variedades de esta planta "maca negra y maca roja", con propiedades distintas cada una de ellas.

La maca negra, por ejemplo, que no afecta la función hepática ni renal, tiende a disminuir la presión arterial y la masa corporal, además de aumentar la producción de espermatozoides y reducir el exceso de glucosa.

La maca roja, en cambio, disminuye el tamaño de la próstata.

También se supo que una y otra variedad de maca fortalecen el sistema óseo, por lo que es recomendable para pacientes con osteoporosis.

La uña de gato reveló sus propiedades medicinales al mundo en la década de los años 90 cuando en América y Europa se le empezó a usar con sorprendentes resultados en tratamientos complementarios de diferentes tipos de cáncer y del sida.

Envuelta en la leyenda de una planta que lo cura todo, la uña de gato se emplea para tratar diferentes enfermedades, incluyendo desórdenes inmunes, gastritis, úlceras, cáncer, artritis, reumatismo, neuralgias, inflamaciones crónicas, etc.

Lo cierto es que de acuerdo a pruebas de laboratorio por instituciones académicas, la planta posee una clara acción antinflamatoria, que regula los mecanismos inmunológicos y que, en determinadas circunstancias, pueden inhibir el crecimiento de las células cancerosas.

La uña de gato, cuya denominación científica es Uncaria tomentosa, es una liana trepadora de tronco leñoso y delgado que alcanza 15 metros de altura y es oriunda de la amazonía peruana, conocida y utilizada ancestralmente por las comunidades asháninkas, campas, amueshas y yáneshas.

Estas comunidades usan la uña de gato para tratar enfermedades inflamatorias como la artritis, limpiar el tracto digestivo y en la cura del cáncer, la disentería, la recuperación del parto y los desequilibrios hormonales de las mujeres.

Sus propiedades curativas se deben a la presencia en el interior de sus tejidos de una serie de compuestos químicos llamados alcaloides (hirsutina, isomitrafilina, isopteropodina, ácido gálico, entre otros).

El auge de la uña de gato estalló en los años 1980 del siglo pasado, cuando algunos pacientes afectados por VIH/sida tratados con esa planta amazónica observaron la regeneración de su sistema inmunológico.

El célebre geógrafo peruano Javier Pulgar Vidal reveló que en los suelos del Perú crecen entre 1000 y 1500 plantas comestibles, de las cuales solo se ha registrado una tercera parte.

Esa fertilidad de recursos agrarios y forestales tiene que ver con la inmensa variedad de suelos y climas del territorio peruano.

15 de enero de 2010

Carhuamayo

CARHUAMAYO, LA PERLA DE LA MESETA DEL BOMBÓN

Carhuamayo es un pueblo de la provincia de Junin, que se encuentra a un lado de la laguna de Chinchaycocha, en plena meseta de Bombón, cerca del limite del Departamento de Junin con el Departamento de Pasco.

Carhuamayo es una localidad altoandina dedicada históricamente al cultivo de la maca y a la ganadería de ovinos y camélidos. Precisamente es la maca (Lepidium peruvianum / L. meyenii), cultivada por los belicosos pumpush desde tiempos inmemoriales, lo que le ha ganado el ostentoso título de capital genética de la maca.

Pero no sólo es la maca lo que llena de orgullo a los carhuamaínos, los contrastes de su geografía y la insólita belleza de sus atardeceres, han hecho que los hombres y mujeres de este pueblo no duden en afirmar que Carhuamayo es “La perla de la meseta del bombón”.

UN POCO DE HISTORIA

Durante el apogeo del Inca Pachacútec (1438-1471), gran organizador del imperio y empeñoso conquistador, con sus huestes al mando de su hermano Capac Yupanqui, entable encarnizadas batallas con los huancas y bombones siendo vencidas en las llanuras de Bombón, dominio de los pumpush; pero más tarde por medio de un pacífico arreglo son incorporados al sometimiento de la dinastía de los quechuas hasta Huánuco Viejo y Huamalíes, llegando hasta la región de Rupa Rupa.

Este sometimiento es registrado por el notable Garcilaso de la Vega en su obra ‘Comentarios Reales de los Incas’ cuando los dice:

“Con la misma buena orden y maña conquistó el Inca Capac Yupanqui otras muchas provincias que hay en aquel distrito, a una mano y otra del camino real. Entre las cuales se encuentran por más principales las provincias de Tarma y Pumpu, que los españoles llaman Bombón, provincias fertilísimas, y las sujeto el Inca. Capac Yupanqui con toda facilidad, mediante su buena industria y maña, con dádivas y promesas, aunque por ser la gente valiente y guerreras”.

El príncipe Túpac Yupanqui había correinado con su padre el gran Pachacútec, venció en la Costa a los “Chinchas”, belicosos guerreros que resistieron por varios años el asedio de los Incas, debido a ello este lado del Cuzco, los incas lo nombraron “Chinchaysuyo”, y al más grande lago que encontraron en estas tierras lo nombraron “Chinchaycocha”. Túpac Inca Yupanqui, especializado en el arte de la guerra sucedió a su padre al morir este aproximadamente hacia el año de 1470, y poco después incursionó a la Meseta del Bombón.

Fue Túpac Inca Yupanqui (1471-1493), el que fundo la Llacta de Bombomarca, diseño y ordenó su construcción y desde ella conquistó a los Chupaychos y otras etnias en la actual región Huánuco, y los que restaba de Chaupihuaranga, sobre esta tribus el Cronista Pedro Cieza de León en su obra ‘La Crónica del Perú’ dice:”… cuenta que muchas de estas naciones fueron valientes y robustas, y que antes que los Incas lo señoreasen se dieron entre unos y otros muy crueles batallas… Y en los altos edificaban sus fuerzas y fortalezas de donde se daban guerras de unos a los otros por causas muy livianas…”.

Al respecto Garcilazo de la Vega, dice: “… volvió el Inca Túpac Yupanqui a las conquistas de las provincias que había al Norte que llamaban Chinchaysuyo, por reducirlas a su imperio. Fue a la que llamaban Huánucu, la cual contiene en si muchas naciones desunidas y que se hacían guerra cruel unos a otros…. Las cuales naciones el Inca conquistó con facilidad….”

Una vez conquistado la provincia de Huánuco Túpac Inca Yupanqui, inicio la construcción de un camino y la famosa y grande ciudadela de “Huanuco Pampa”, sobre ella Cieza de León dice: “…. Este palacio o aposento era cabeza de las provincias comarcanas a los Andes. Y junto a él había templo del Sol, con números de vírgenes y ministros: y fue tan gran cosa en tiempo de los incas, que había a la continua para solamente servicio del, más de treinta mil indios…”.

Lo cierto es que para la construcción de todo lo ordenado por el Incas, se empleó la mano de obra de los “Yanas”, que eran hombres de las antiguas etnias de “Yaros”, “Llacuaces”, “Huaracas”, “Yachas”, “Chupaychos”, “Mitmas” y otros más quienes por millares sirvieron al nuevo Imperio Incaico.