Plantas medicinales peruanas eficaces para el tratamiento de la diabetes, el cáncer y el VIH/sida
La maca y la uña de gato son las dos plantas medicinales peruanas de mayor demanda en el mercado internacional por su amplio espectro para el tratamiento de diversas enfermedades, entre ellas la infertilidad, la diabetes mellitus, el cáncer y el VIH/sida. Algunas de ellas son: camucamu, maca, uña de gato, tara, quinua, sacha inchi, achiote, aguaymanto, nuez, maíz morado, maíz gigante de Cusco, kiwicha y yacón.
La maca es una planta herbácea que crece en los andes del Perú y Bolivia, incluso en alturas de hasta 4400 metros sobre el nivel del mar, y que ha probado sus efectos como alto generador de fertilidad en hombres y animales.
Se le atribuye el poder de mejorar el sistema inmunológico, reducir el riesgo de contraer el Síndrome Respiratorio Agudo (SRA) y dar energía, vigor, además de actuar como antiestresante y de combatir la fatiga. Se le considera un potente reconstituyente físico, mental y sexual, fuente de aminoácidos, de las vitaminas B1, B2, B12, C, E, caroteno y otros minerales.
Contiene 60% de carbohidratos, 10% de proteínas, 8,5% de fibra dietética y 2,2% de grasas, por lo que se considera alto su valor nutricional.
Diferentes ensayos clínicos en hombres demostraron de forma preliminar que la maca puede aumentar la libido y mejorar la cantidad y calidad del semen.
Un estudio en el 2005 por la Universidad peruana Cayetano Heredia en el pueblo de Carhuamayo (región Junín, en los andes centrales del Perú) demostró que los pobladores que consumen tradicionalmente maca, poseen un estado de salud con menor presión arterial y menor índice de masa corporal, lo cual mejoraría su calidad de vida.
También se descubrieron dos variedades de esta planta "maca negra y maca roja", con propiedades distintas cada una de ellas.
La maca negra, por ejemplo, que no afecta la función hepática ni renal, tiende a disminuir la presión arterial y la masa corporal, además de aumentar la producción de espermatozoides y reducir el exceso de glucosa.
La maca roja, en cambio, disminuye el tamaño de la próstata.
También se supo que una y otra variedad de maca fortalecen el sistema óseo, por lo que es recomendable para pacientes con osteoporosis.
La uña de gato reveló sus propiedades medicinales al mundo en la década de los años 90 cuando en América y Europa se le empezó a usar con sorprendentes resultados en tratamientos complementarios de diferentes tipos de cáncer y del sida.
Envuelta en la leyenda de una planta que lo cura todo, la uña de gato se emplea para tratar diferentes enfermedades, incluyendo desórdenes inmunes, gastritis, úlceras, cáncer, artritis, reumatismo, neuralgias, inflamaciones crónicas, etc.
Lo cierto es que de acuerdo a pruebas de laboratorio por instituciones académicas, la planta posee una clara acción antinflamatoria, que regula los mecanismos inmunológicos y que, en determinadas circunstancias, pueden inhibir el crecimiento de las células cancerosas.
La uña de gato, cuya denominación científica es Uncaria tomentosa, es una liana trepadora de tronco leñoso y delgado que alcanza 15 metros de altura y es oriunda de la amazonía peruana, conocida y utilizada ancestralmente por las comunidades asháninkas, campas, amueshas y yáneshas.
Estas comunidades usan la uña de gato para tratar enfermedades inflamatorias como la artritis, limpiar el tracto digestivo y en la cura del cáncer, la disentería, la recuperación del parto y los desequilibrios hormonales de las mujeres.
Sus propiedades curativas se deben a la presencia en el interior de sus tejidos de una serie de compuestos químicos llamados alcaloides (hirsutina, isomitrafilina, isopteropodina, ácido gálico, entre otros).
El auge de la uña de gato estalló en los años 1980 del siglo pasado, cuando algunos pacientes afectados por VIH/sida tratados con esa planta amazónica observaron la regeneración de su sistema inmunológico.
El célebre geógrafo peruano Javier Pulgar Vidal reveló que en los suelos del Perú crecen entre 1000 y 1500 plantas comestibles, de las cuales solo se ha registrado una tercera parte.
Esa fertilidad de recursos agrarios y forestales tiene que ver con la inmensa variedad de suelos y climas del territorio peruano.
La maca es una planta herbácea que crece en los andes del Perú y Bolivia, incluso en alturas de hasta 4400 metros sobre el nivel del mar, y que ha probado sus efectos como alto generador de fertilidad en hombres y animales.
Se le atribuye el poder de mejorar el sistema inmunológico, reducir el riesgo de contraer el Síndrome Respiratorio Agudo (SRA) y dar energía, vigor, además de actuar como antiestresante y de combatir la fatiga. Se le considera un potente reconstituyente físico, mental y sexual, fuente de aminoácidos, de las vitaminas B1, B2, B12, C, E, caroteno y otros minerales.
Contiene 60% de carbohidratos, 10% de proteínas, 8,5% de fibra dietética y 2,2% de grasas, por lo que se considera alto su valor nutricional.
Diferentes ensayos clínicos en hombres demostraron de forma preliminar que la maca puede aumentar la libido y mejorar la cantidad y calidad del semen.
Un estudio en el 2005 por la Universidad peruana Cayetano Heredia en el pueblo de Carhuamayo (región Junín, en los andes centrales del Perú) demostró que los pobladores que consumen tradicionalmente maca, poseen un estado de salud con menor presión arterial y menor índice de masa corporal, lo cual mejoraría su calidad de vida.
También se descubrieron dos variedades de esta planta "maca negra y maca roja", con propiedades distintas cada una de ellas.
La maca negra, por ejemplo, que no afecta la función hepática ni renal, tiende a disminuir la presión arterial y la masa corporal, además de aumentar la producción de espermatozoides y reducir el exceso de glucosa.
La maca roja, en cambio, disminuye el tamaño de la próstata.
También se supo que una y otra variedad de maca fortalecen el sistema óseo, por lo que es recomendable para pacientes con osteoporosis.
La uña de gato reveló sus propiedades medicinales al mundo en la década de los años 90 cuando en América y Europa se le empezó a usar con sorprendentes resultados en tratamientos complementarios de diferentes tipos de cáncer y del sida.
Envuelta en la leyenda de una planta que lo cura todo, la uña de gato se emplea para tratar diferentes enfermedades, incluyendo desórdenes inmunes, gastritis, úlceras, cáncer, artritis, reumatismo, neuralgias, inflamaciones crónicas, etc.
Lo cierto es que de acuerdo a pruebas de laboratorio por instituciones académicas, la planta posee una clara acción antinflamatoria, que regula los mecanismos inmunológicos y que, en determinadas circunstancias, pueden inhibir el crecimiento de las células cancerosas.
La uña de gato, cuya denominación científica es Uncaria tomentosa, es una liana trepadora de tronco leñoso y delgado que alcanza 15 metros de altura y es oriunda de la amazonía peruana, conocida y utilizada ancestralmente por las comunidades asháninkas, campas, amueshas y yáneshas.
Estas comunidades usan la uña de gato para tratar enfermedades inflamatorias como la artritis, limpiar el tracto digestivo y en la cura del cáncer, la disentería, la recuperación del parto y los desequilibrios hormonales de las mujeres.
Sus propiedades curativas se deben a la presencia en el interior de sus tejidos de una serie de compuestos químicos llamados alcaloides (hirsutina, isomitrafilina, isopteropodina, ácido gálico, entre otros).
El auge de la uña de gato estalló en los años 1980 del siglo pasado, cuando algunos pacientes afectados por VIH/sida tratados con esa planta amazónica observaron la regeneración de su sistema inmunológico.
El célebre geógrafo peruano Javier Pulgar Vidal reveló que en los suelos del Perú crecen entre 1000 y 1500 plantas comestibles, de las cuales solo se ha registrado una tercera parte.
Esa fertilidad de recursos agrarios y forestales tiene que ver con la inmensa variedad de suelos y climas del territorio peruano.
ami martha hace como años me desaparecio un quiste en un ovario junto con el noni y el cartilago de tiburon
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